miércoles, 29 de marzo de 2017
nunca un montón de cosas, un montón de veces
estoy sentada en un nuevo capítulo.
la casa es grande y la mejor parte es el living, en donde estoy ahora. entra mucha luz y el piso es de madera. la imagino mi pieza en algún momento, pero lo dudo. da a la calle y la señal de wifi es la más alta de toda la propiedad. mi habitación queda lejos, lejos y arriba, lejos y sola, lejos y lejitos. llegué un poco negada, me había acostumbrado a bañarme y estar desnuda en el sillón, me había amigado muchísimo con la desnudez y mi cuerpo. pero hey, no quiero olvidarme de eso. quiero acordarme cosas nuevas y no olvidarme de las otras.
lo primero que hice fue acomodar mis cosas. no son muchas, son demasiadas. aún no termino, pero porque no sé qué espacio me corresponde. nunca estuve de prestado, de prestado pagando.
nunca un montón de cosas, un montón de veces,
¡bienvenido entonces!
después comí, fideos con salsa, sobró un poco y lo guardé en un tupper en un pequeño rincón que por ahora tengo en esa heladera. y soñé un rato.
ayer me dijeron jipi.
¿por qué? le pregunté algo incómoda con esa acusación.
porque estoy lejos de mi familia y sola, me respondieron.
no quiero volverme una, al menos no como yo lo considero.
he tenido muchas ganas de volver a casa.
una de las chicas es feminista y trabaja con una linea de aborto seguro.
le dije que no tenía drama alguno con eso, conque llegaran llamados de chicas que estaban considerando la opción de terminar un embarazo. se me rompió una muela, la que según la biodecodificación tiene que ver con el grado de aceptación de las decisiones que tomamos. todos estamos atados a las decisiones. en todo el puto momento, todo es una decisión, algunas más importantes, otras más dolorosas. algunas pareciera mejor que las tomen otros, pero en otros casos, nosotros las tomamos por alguien que no puede, que elige no hacerlo, que mira para otro lado o que ni mira. quiero estar de acuerdo con mis decisiones, no quiero que se me rompan más dientes, ni nada que tenga que ver con romper y partes del cuerpo.
suena el nuevo de Luca Bocci "Ahora".
una vez vino al depto de la San Lorenzo a comer.
este disco es su buena decisión, claramente.
venir a Montevideo.
intentarlo.
hacerte feliz, también lo fue.
en cuanto a las malas, espero que el algún momento con la distancia y más discos en el medio, dejen de ser tan malas.
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