le dije de besarnos, no fui nada sutil.
teníamos unos minutos antes de que se fuera
y cuando hay poco tiempo, la sutileza es para los necios.
y yo prefiero los besos.
nos sentamos cerca, nunca nos habíamos sentado cerca antes de ese fin de semana y a pesar de los días, olía muy bien. ahí, ahí detrás de la oreja, donde me pidió indirectamente que no dejara de besarlo. después de un rato mientras me despegaba de su piel, la veía volverse toda crespa.
su naríz es más grande de cerca y las ojeras le quedaban bastante bien.
"no te saques el bigote" opiné un rato después de que me abrazara.
"no te saques el bigote" opiné un rato después de que me abrazara.
me acuerdo que pasó, sorpresivamente para mi, uno de sus brazos por la espalda y me apretó un poco.
algo en ese gesto me hizo el día.
algo en ese gesto me hizo el día.
nos acariciamos las manos como si nos conociéramos.
la química en la cadencia con que moviamos nuestras lenguas
quedarnos un rato mirándonos de muy cerca
besarnos, sí, pero sin tanto labio
nos respiramos mientras la fila nos miraba
porque eso es Uruguay
fila y besos.
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