jueves, 14 de abril de 2016
puño
te veía de lejos, me gustaste.
me intrigaba la idea de qué teníamos en común
claro, los recis, pero y si algo más?
insistí hasta que me buscaste, fuimos a ver Eterna Inocencia.
caminamos desde la cuarta hasta la Alameda.
no me acuerdo de qué hablamos, pero sé que fue simple y natural (como la canción de Sudarshana)
me dieron ganas de ser tu amiga de toque.
desde ese día creo que lo fuimos.
y me pinta que va para largo la cosa.
ahora tenemos un poco de miedo, pero dejame que te cuide.
que te siga cuidando.
y cuando te despertés
y no estemos cerca para prepararnos un té,
escuchá Mala Junta
y acordate que las ovejas negras igual pueden tener su rebaño.
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