cuaderno nuevo.
momento nuevo.
Si viene de afuera vino de adentro.
Inspiro, expiro. Logra verse una inminente sonrisa.
De todas maneras, esa sonrisa también se escapa por los ojos, el tacto, el olor, el tono de la voz, las ganas.
Haría otras meditaciones con vos.
Y haría muchas veces eso que hacemos en la cama cada vez que nos vemos.
porque ni un beso de buenas noches puede una darse tranquila.
¿te das cuenta de las cosas que te digo sin decirte?
Yo a veces creo que escucho las tuyas, pero otra parte de mi tira para el lado de desconfiar del instinto. Pasa que mi instinto se ha visto obligado a enfrentarse a la realidad muchas veces.
Entonces lo mejor es seguir inspirando y expirando,
y sonreírle a esa sonrisa tímida.
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