viernes, 18 de diciembre de 2020

Uñas largas y azules

Es viernes por la noche. Recién fui de compras y volví con la liviandad de no llevar celular. Me gasté la misma cantidad de plata en un picachu y en unas velas para que mi cuarto tenga rico olor.

hay Humedad.

cuando viví sola en Montevideo, la casa venía con un aparatito robot que deshumidificaba el aire. Era un ambiente con patiecito donde me sentaba de cara al sol en la única silla que había. Al principio, de rata, no quería prenderlo mucho para no gastar tanta luz. Más de una vez llegué a casa y estaba todo el piso mojado. Qué bajón despertarme en la mitad de la noche a hacer pis y empaparme los pies. Después en una cambié y empecé a prenderlo. 

Cambié. Fa, qué declaración.
No sé ni tanto. No me siento otra persona. Me siento como avanzando niveles en un videojuego. Como si fuese lógico en algún punto. Creo que no le doy lugar a pensar en realidades paralelas que se podrían haber creado si hubiera o hubiese tomado otras decisiones. What´s the point, no?


che, esta vela no tira ningún olor...