Me dieron a probar del veneno que te hace sentir menos, mortal. No hubo sorbos, soplar la sopa en la cuchara; fue straight directo a la cara. Una vez y después le siguieron algunas otras.
Yo no pedí que me dijeras nada, no pedí que te convirtieras en bobo y me estrujes toda la noche.
No quería ser tu novia de siestas.
Acepté caer por el tobogán directo al fango,
barro que no me va a impedir que me ponga de nuevo a bailar.
ES MI PISTA Y YO SOY LA REINA.